ACERCA DE NOSOTROS

“El vino no se entiende, se siente”

La pasión, visión y estrategia detrás de cada botella...
Quienes lo hacen posible

Karla Correa
Socia fundadora y directora comercial.

Karla es la mente y el corazón de Vino y Se Fue. Su pasión por el vino guía cada elección, cada conversación con las bodegas y cada decisión importante del negocio. Es convincente, determinada y visionaria: planifica con claridad, dirige con firmeza y crea con sensibilidad. Karla es quien convierte la pasión en un proyecto sólido y quien logra que cada detalle tenga sentido y coherencia.

Israel González
Socio fundador e inversionista estratégico.

Israel es los ojos y las manos de Vino y Se Fue. Sus ojos porque aportan visión, perspectiva y dirección de futuro; sus manos porque dan fuerza, sostén y convierten los planes en acción. Con experiencia en distintos sectores y un instinto empresarial afinado, aporta solidez estratégica y crecimiento. Pero también comparte la pasión por el vino: se involucra en las bodegas, en sus historias y en la emoción de cada etiqueta. Israel combina criterio, entusiasmo y compromiso, haciendo posible que cada paso tenga firmeza y sentido.

La fusión

En Vino y Se Fue, la magia está en la unión de dos pasiones. 

Karla, como mente y corazón, aporta la claridad y la convicción en cada decisión. Israel, como ojos y manos, aporta visión, fuerza y la capacidad de transformar los sueños en realidades. 

Ambos comparten el mismo motor: la pasión por el vino. Esa pasión los conecta con cada bodega, los inspira a elegir con intención y los impulsa a crear experiencias que trascienden más allá de la copa.

Nuestro equipo

En Vino y Se Fue, además de la dirección, contamos con un equipo que hace posible el día a día.

En Vino y Se Fue trabajamos distinto.

En Vino y Se Fue creemos que cada botella tiene un alma y una historia que vale la pena contar.
No somos solo una distribuidora o importadora: somos cómplices de momentos, curadores de vinos con intención y carácter. Trabajamos con bodegas que respetan su tierra, honran los detalles y comparten nuestra visión: hacer las cosas con propósito.
Más que vender vino, construimos vínculos -entre quienes lo crean y quienes lo disfrutan-.
De México a Italia, de Francia a California, seguimos abriendo caminos con una promesa clara: autenticidad, calidad y pasión en cada copa.

En Vino y Se Fue creemos que cada botella guarda un alma, un origen y una historia que merece ser contada.

Somos más que una distribuidora, importadora y productora de vinos: somos narradores de pasiones, guardianes de tradiciones y cómplices de momentos inolvidables.

Elegimos etiquetas con identidad y carácter, porque detrás de cada vino hay manos, tiempo y sueños que se transforman en experiencia. Colaboramos con proyectos que respetan su tierra, honran los detalles y comparten con nosotros la certeza de que hacer las cosas con intención lo cambia todo. No buscamos cantidad, buscamos trascendencia.

Por eso, más que vinos, construimos vínculos: con quienes los crean y con quienes los disfrutan, con quienes brindan para celebrar y con quienes comparten para recordar.

Hoy caminamos junto a bodegas de México, Estados Unidos, Italia, España y Francia. Mañana seguiremos abriendo caminos, siempre con la misma promesa: ofrecer calidad, autenticidad y una visión que inspire a levantar la copa con orgullo.

En Vino y Se Fue acercamos una selección curada de vinos a través de nuestra tienda en línea y en colaboración con restaurantes, hoteles y tiendas especializadas.

Cada etiqueta ha sido probada, conversada y comprendida en su esencia. Compartimos vinos en los que creemos, porque detrás de cada botella hay una historia, una pasión y una intención que vale la pena descubrir.

En Vino y Se Fue creemos que el vino no solo se bebe: se vive, se comparte y se recuerda.

Esta pasión nace de un profundo amor por lo que hacemos. Cada elección, cada copa y cada encuentro son parte de una experiencia que empieza mucho antes de servir el vino: comienza en el momento de elegir qué historia quieres llevar a tu mesa.

Queremos que más personas descubran el valor de entender lo que beben, sin barreras ni complicaciones. Por eso acercamos vinos auténticos, con propósito y alma, a quienes buscan mucho más que una botella: buscan una experiencia que los inspire y los conecte con lo que a nosotros nos conectó. Ese mismo espíritu nos impulsa a desarrollar viajes que permiten a quienes se sienten tocados por un vino, conocer también la tierra y las bodegas donde nacen.

En Vino y Se Fue creemos que el vino no solo se bebe: se vive, se comparte y se recuerda. Esta pasión nace de un profundo amor por lo que hacemos. Cada elección, cada copa y cada encuentro son parte de una experiencia que empieza mucho antes de servir el vino: comienza en el momento de elegir qué historia quieres llevar a tu mesa. Queremos que más personas descubran el valor de entender lo que beben, sin barreras ni complicaciones.

Por eso acercamos vinos auténticos, con propósito y alma, a quienes buscan mucho más que una botella: buscan una experiencia que los inspire. Ese mismo espíritu nos impulsa a desarrollar viajes que permitan a quienes se sienten tocados por un vino, conocer también la tierra y las bodegas donde nacen.